Del Prestige...

Every great magic trick consists of three acts. The first act is called "The Pledge"; The magician shows you something ordinary, but of course... it probably isn't. The second act is called "The Turn"; The magician makes his ordinary some thing do something extraordinary. Now if you're looking for the secret... you won't find it, that's why there's a third act called, "The Prestige"; this is the part with the twists and turns, where lives hang in the balance, and you see something shocking you've never seen before.


Seven Readers!!


Siempre hay algo que agradezco en un filme: la inteligencia. En los últimos años, muchos directores, tratan al espectador como a un idiota al que hay que desmenuzarle las cosas para que pueda entenderlas. Afortunadamente todavía existen directores que a través del manejo de los elementos del lenguaje del cine, se atreven a construir películas inteligentes y en las que van involucrando al espectador haciéndolo cómplice de la historia que se va relatando en pantalla, para al final, sorprenderlo con una resolución cuyos indicios nos han sido presentados a lo largo de la narración, llevándonos hacía un final lógico, creíble y perfectamente estructurado.
En The Prestige (El Gran Truco) de Christopher Nolan (Memento, Batman Begins), lo contado en el párrafo anterior, no solamente se cumple con cabalidad, sino que la inteligencia se plasma a través de un universo fílmico, que comienza a ser característico del director.
La película cuenta la historia de dos magos en el Londres del Siglo XIX. Estamos en plena revolución industrial, y los artefactos tecnológicos también comienzan a jugar un papel importante en el mundo del espectáculo. Proezas e ilusiones, nunca antes vistas se muestran en los teatros londinenses, ante un público que está ávido de tecnología. Hugh Jackman es Robert Angier y Christian Bale es Alfred Borden. Ambos comienzan juntos su carrera, pero un trágico acontecimiento durante uno de los trucos, les separará para iniciar entonces una violenta y terrible rivalidad por convertirse en el mejor mago del mundo.
La Magia funciona entonces como un pretexto para involucrarnos en una destructiva competencia, en la que ambos personajes estarán dispuestos a sacrificar todo con tal de obtener los secretos del rival y así poder vencerlo. Temas como la ambición, la traición, el amor y la venganza, están presentes. Pero es el secreto y su resolución, una de las obsesiones temáticas de Nolan, el que predomina por toda la película. La analogía que éste hace de los tres actos de un truco, con el cine (con su cine) es perfecta. Parecería que para Nolan, un filme consta de tres partes: La presentación en la que el mago, es decir, el cineasta presenta una trama aparentemente ordinaria; la vuelta, en la que el cineasta toma eso que aparentemente es ordinario y lo convierte en algo extraordinario en donde ya el espectador está más interesado que nunca por encontrar el secreto y finalmente “El Prestigio” que es un sensacional giro de tuerca en el que lo inesperado se hace presente. Todo, contado a través de un recurso narrativo que también comienza a ser un sello característico del director: el flashback. En este caso, la fragmentación temporal que a través de este recurso se hace, resulta fundamental para ir armando el rompecabezas narrativo presentado por Nolan y para, como ya he dicho antes, ir dejando pistas al espectador por todo el filme. Lo cuidado de la puesta en escena, la fotografía en tonos naranjas y oscuros, contribuyen al envolvimiento del espectador en el universo particular del director: un universo sórdido y lleno de secretos.

La escritura es otra de las constantes temáticas del director. Al igual que en Memento, ésta juega un papel importante, ya que a través de la misma el grado de conocimiento tanto de personajes como de espectadores irá en aumento. Y Nolan, no tiene empacho alguno en jugar con ese grado de conocimiento. Lo hará de manera brillante, metiendo en el momento justo y preciso la lectura de los diarios de ambos personajes aumentando así la expectación por la resolución del conflicto.
Tanto Hugh Jackman como Christian Bale, tienen interpretaciones creíbles y contundentes. Son reforzadas por el siempre sorprendente Michael Caine, una misteriosa y manipuladora Scarlett Johansson, y Rebeca Hall, toda una revelación, quien funciona perfectamente como el contrapunto para aumentar el misterio siempre presente en torno al personaje de Christian Bale. David Bowie, también aparece como Nikola Tesla, personaje que jugará un papel importantísimo en el desarrollo de la trama, The Prestige es una de esas cintas que pasan desapercibidas en la cartelera, que suelen estar perdidas entre otros estrenos mucho más importantes, es probable que incluso salga esta semana de exhibición. Es una pena, pues estamos ante una de las películas mejor contadas del año. Una historia sórdida, llena de secretos y que invita a resolverlos a lo largo de su desarrollo, y hacerlo tal vez sea uno de los retos más interesantes que ha presentado el cine en los últimos años.

Así las cosas este lunes…


PS1…y que pasó…que hoy nos despertamos con tres bombazos muy extraños. A ver: ¿qué nadie se dio cuenta que alguien sospechoso entraba a tres de los edificios mejor custodiados del país? Me resulta increíble pensar que nadie haya visto nada y que sin ningún problema los “terroristas” hayan entrado a la sede del PRI, al TEPJF y a un banco, colocado los tres artefactos y salido sin que nadie mire nada. Me parece que todo esto resulta sumamente sospechoso y tal vez aquí se trate de comenzar a buscar culpables donde no los hay…

PS2…Si algo quedó claro con la megamarcha convocada por la APPO ayer fue que ellos no querían la confrontación violenta. Ayer, dada la cantidad de gente que participó en el movimiento, con toda facilidad pudieron haber enfrentado a la policía. Pero no lo hicieron, y salvo algunos incidentes menores, todo transcurrió en calma. En fin, hoy se habla de una mesa de diálogo. Ya veremos…

Salud pues……