miércoles, noviembre 15, 2006

De una obra de la vida real...

Seven Readers!!

Ayer fue un día interesante, malo y tragicómico..lo dividiría en tres actos…

Primer Acto…

Llego a la reunión de la maestría y…que se confirma: pasan las clases a la mañana. Argumentos: Los maestros están muy preocupados por que salimos muy tarde y dado que la facultad está en las afueras de la ciudad, temen por la seguridad de sus alumnos, pues cuando salimos está realmente oscuro…Casi lloro de la emoción por el acto de solidaridad, pero ahí no quedó el asunto…Otro gran argumento: Es ya tan tarde que a las seis cierran todos los servicios escolares como ¡La Cafetería¡…ZAZ…y ahí estaba yo escuchando este tipo de cosas con una cara de literal asombro. Una vez que todo ello fue expuesto, levanté la mano y opiné que no parecían argumentos sólidos de carácter académico para cambiar el horario; suficiente para que uno de los directivos de la facultad pidiera la palabra y, a falta de solidez discursiva, comenzara a gritarme: "¡ tienes beca, eres estudiante de tiempo completo, debes estar a nuestra disposición¡" “Sonamos” pensé, yo realmente no sabía que el hecho de ser estudiante de tiempo completo significaba estar disponible las 24 horas. La cosa es que ante tal ataque de furia, lo único que hice fue reírme; y es que en realidad siempre me han dado risa las personas que creen que para ganar una discusión tienen que gritar, haciendo que aflore un evidente complejo de inferioridad. Creo que como me reí, se enojó más y continúo gritando…"!Tiempo completo, tiempo completo¡"…traté de razonar con él, diciendo simplemente que lo único que pretendía era exponer un punto de vista que aunque era evidentemente diferente al de la mayoría de los compañeros, ello no me negaba el derecho a expresarlo, especialmente por que estamos en un lugar como lo es la universidad en donde se supone que las ideas deben debatirse…el tipo se hizo una furia y continuó con su verborrea sin sentido. Yo me preguntaba ¿cómo es posible que tengamos a tipos de semejante calaña dirigiendo en la academia universitaria? Por ello, muchas veces nuestra educación superior está en los niveles en los que anda.
Total, que yo y una compañera que tampoco puede dejar el trabajo, fuimos los únicos afectados por una decisión arbitraria y que es producto de una mentalidad realmente estúpida. Una de las razones por las que entré a esa maestría fue que era ofrecida en horario vespertino, ahora no sé que pasará…Solo es una raya más al tigre y a mi acostumbrada mala leche con respecto a los postgrados. En fin, les contaré en que termina el asunto…pero está complicado que pueda cambiar mis horarios de trabajo para continuar en el programa de estudios…

Segundo Acto…

Al término de las clases de ayer, salí rumbo al estacionamiento de la facultad con mucha precaución, pues temí que alguien me atacara o me asaltara. Una vez sorteado semejante escollo, me subí al megavolcho y ZAz…que no arranca…juro que casi oí música Hitchkconiana en ese momento, y esperé que apareciera algún émulo de Michael Myers a rebanarme en pedacitos. Metía la llave y el auto simplemente no tenía la más mínima intención de arrancar. Un perro ladró en ese momento y luego emitió un singular aullido…la música se fue haciendo más intensa, y la luna fue cubierta por una espesa capa de nubes negras. Ahí estaba yo, sólo el amplio estacionamiento desierto de la facultad. Pensé entonces en esos grandes maestros preocupados por nuestra seguridad. Me maldije por haber dudado de sus buenas intenciones y haber pensado que lo que en realidad les motivaba a no querer regresar en la tarde a la Escuela era una enorme y total hueva. Pero y ahora ¿Dónde estaban ellos para defenderme? Todo eso me pasa por dudar de ellos. Una lagrimita de emoción rodó por mi rostro y justo cuando esperaba a Norman Bates, el megavolcho decidió encender. Besé su volante y me dispuse a salir rápidamente de la facultad, no sin antes mirar el asiento trasero de mi amplísimo vehículo para cerciorarme de que ningún malvado mafioso decidiera atacarme por sorpresa. Lo malo es que el megavolcho no compartía mis intenciones de abandonar rapidamente el sitio. No quería ir a más de cuarenta kilómetros por hora, salió con gran lentitud y tomó el periférico de la ciudad escupiendo gases por su mofle. Así, recorrimos juntos la vía más rápida de nuestra querida Mérida, mientras los autos que venían a 100 o 140 Km/h nos rebasaban y nos recordaban a nuestras respectivas progenitoras (aclaro: el megavolcho aunque no lo parezca, si tiene madre) Total, que esta mañana el mecánico se ha llevado al popular carrito. Espero que el chistesito no me salga realmente caro y que tampoco esto haya sido una advertencia de las fuerzas malignas que se ciernen sobre nosotros en la Facultad…

Tercer Acto...

Al llegar a casa ahí estaba el técnico que repara estufas. La de la casa había muerto una noche antes y le habíamos llamado con la intención de que le resucitase. El técnico la había desarmado y le cambiaba unos conectores que impiden su encendido eléctrico. Los puso de nuevo y me informó que estaba lista. ¿Que les gusta…20 minutos de trabajo, 30 a lo máximo?. Me acerqué, prendí la estufa y todo funcionó de maravilla. Entonces le pregunté al Doctor de Estufas “¿Y cuanto le debo?” “Son 650 pesos” respondió sin dudar. “¿WHAT…!650 pesos¡?” - le espeté – “¿pues que le hizo, me trajo una nueva?” Comenzó entonces a darme explicaciones en esa particular jerga que tienen los técnicos cuando saben que están hablando con alguien que no tiene mucha idea de lo que han hecho. Así que al final, le terminé pagando esa cantidad por: un par de contactos, cables y limpieza de los ductos de gas de la estufa. Se llevó lo que yo gano en 2 días en tan solo 20 minutos.
Cuando se fue lo único que pensé “¿Y para que diablos quiero ser yo Maestro en Ciencias? Mejor, debo aprender a reparar estufas”...Y así cayó el telón de la obra teatral del día de ayer…

Así las cosas este miércoles…

Salud pues……

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Uuuyyy David! que pena lo del cambio de horario de tus clases!! Ya nos contarás en qué termina.
En cuanto a la frustración de títulos y oficios, creo que en México en general abunda en demasía. Ahí tienes a un señor que con sus hijos vende tamales (muy muy ricos por cierto) a fuera del carrefour de calzada del hueso, le va requete bien y uno de sus hijos dice que gana más ahí que en su trabajo, él es contador, como driría Cristina Pacheco "aquí nos tocó vivir".

gatita dijo...

Lamento que tu día haya sido dificil y lo sucedido en la facultad.....
Deseo que hoy sea menos malo..... y si es una lástima que no se apoye a a quellos que quieren superarse academicamente hablando....
Te dejo un fuerte abrazo.... hoy sin gansito , ni café.... te puede hacer daño ok?????

Amiguiz dijo...

tssss... por eso siempre, siempre, siempre pido primero un presupuesto, y cuando me lo dan les digo: "ok, déjeme consultarlo con otro reparador, yo le aviso", ahí es cuando sale el verdadero precio...

ah, y si osan reparar sin mi consentimiento, les argumento que yo NO autoricé ese presupuesto, que me llevo mi aparato así o que si quieren, les doy 20 minutos para descomponer lo que compusieron. He vetado a más de 5 lugares por adelantarse de esa manera...

Jaja, ya no te frustres, y mejor recuerda la canción de La Mosca que dice: "hoy estoy peor que ayer, pero mejor que mañana" :S

Pereque dijo...

Me está desmotivando de querer estudiar maestría. Es una lástima que en las burocracias (y las universidades lo son) los individuos que llegan a las posiciones de poder sean los grilleros y no los capaces. Ánimo, seguro saldrá de esta de alguna forma.

(Y el segundo acto ¡fue un compló! El director o lo que haya sido saboteó el megavolcho y dio órdenes para que la seguridá no estuviera rondando por las noches... ¡Yo los vi! Ah, no ¿verdad?)

Saludos, P.