lunes, octubre 26, 2009

De The Rebound y la número 22....

Seven Readers!!...

La realidad es que todos buscamos siempre una segunda oportunidad, o tal vez esta nos encuentra cuando menos lo pensamos. Quien sabe, pero cuando uno comete un error o el error lo encuentra a uno, nos esforzamos al máximo por salir del atolladero en el que las circunstancias de la vida misma nos meten. Es una ley que se va acrecentando con los años y con las responsabilidades que uno trae a cuestas con esa cosa llamada edad.
Tomen como ejemplo un divorcio, algo que normalmente es visto por todo el mundo como una cosa terrible. Todo el mundo suele mirar al recién separado con cierta dosis de lástima y/o empatía. Parecería que uno es un enfermo recién salido del hospital y que va a enfrentar un largo y lento proceso de recuperación, por ende todos sienten que se tiene la responsabilidad de hacer algo por el "enfermo". Es decir, la gente se siente con la responsabilidad de ser ellos los creadores de una segunda oportunidad, cuando en realidad esta quizá llegue en el momento en el que uno menos lo espere o lo busque. Parece que a muchos les asusta la idea de estar solos, cuando realmente la soledad es necesaria para poder ,entonces si, darle paso a una segunda oportunidad la cual no necesariamente viene acompañada de una persona, sino de las circunstancias que se generan para poder iniciar una nueva vida.
The Rebound es una película que trata sobre todo esto. No es un filme magistral, ni una película compleja, pero si me parece que una cinta honesta y sencilla que intenta reflejar lo que sucede cuando se encuentra en el medio de una segunda oportunidad. Trata sobre Sandy, una mujer que descubre la infidelidad de su marido y de pronto se ve a si misma iniciando una vida que jamás se imaginó, ni para ella, ni para sus dos hijos. Sandy se ve envuelta en citas arregladas, en una ciudad hóstil y con un trabajo que no se imaginó nunca tener.
Tendrá que dar pasos inciertos para poder comenzar de nuevo. Y lo hará junto a Aram, un chico mucho menor que ella que también está separándose de su pareja. Ambos tendrán que decidir si se está ante una nueva oportunidad o si su relación es simplemente el puente que les llevará a una nueva vida.




El director Bart Freundlich escribe y dirige una película cuyo principal sustento es la naturalidad y la simpleza de su filme. Muchas veces solemos sentirnos atraídos por películas extremadamente densas en cuanto a su manufactura y temática y - especialmente cuando uno se siente un "cinéfilo calificado" - se huye de películas poco rebuscadas y que presentan temas extremadamente humanos. A mi me parece que eso es un error, porque muchas veces las películas cuya pretensión es simplemente la de narrar una situación de carácter humano son más cercanas a la realidad que pretenden reflejar. Freundlich lo sabe y construye su película sin complejos planos y con poco simbolismo en ellos. Entiende que la historia no lo requiere y prefiere sustentarla en poco complejas secuencias y en la buena química de sus protagonistas Catherine Zeta-Jones y Justin Bartha. Ambos tienen actuaciones sólidas y basadas en la naturalidad de las mismas, y son apoyados por un muy buen equilibrado reparto que le brinda el contexto humano adecuado al filme.
The Rebound (lamentablemente traducida con el título de "Mi Segunda Vez") es entonces una película sencilla que trata de sobre la posibilidad de iniciar un nuevo camino por la vida. Es un filme sobre el no buscar y encontrar, sobre la edad y sus consecuencias, sobre la paternidad y el crecimiento. En resumen: una pequeña película sobre las sorpresas de la vida y el aprendizaje que de ellas puede desprenderse.

Número 22...
Un Vestido y un Amor de Fito Páez...

Y ahí estás un día vagando por las calles de cualquier ciudad del mundo, mirando a la vida y a la gente pasar a tu lado. No llevas una dirección en particular: simplemente te diriges a ninguna parte. Y entonces cuando menos te lo esperas, quizá al voltear en una esquina o al detenerte frente a un aparador, la vida decide sonreírte y encontrar a esa persona a la que no estabas buscando pero a la que recordarás siempre por haberla encontrado. Y el recuerdo nace, y te soprendes de como recuerdas cada detalle de ese momento, aquel en el que identificaste a ese familiar extrañ@ entre la multitud, esa persona que no hace más nada que escribir mientras se fuma un cigarrillo en el café en el que has estado miles de veces sin haberla encontrado. Tu entonces vida se detiene y no vuelve a ser la misma, tu mundo da un giro maravilloso y todo se vuelve diferente desde ese momento.
De esto va el tema número 22 en el Top 25 personal: Un Vestido y un Amor de Fito Páez.








Una gran canción.
Le escuché por primera vez en 1997, cuando a mis Justificar a ambos ladosmanos llegó un disco titulado Euforia, el gran directo del maestro argentino en el que interpretaba el tema acompañado de una pequeña orquesta de cámara. Desde entonces me parece una canción que representa el momento utópico y fantástico en el que se produce un encuentro fortuito que da pie a una nueva vida. Y quizá desde entonces ando buscando que esta canción se convierta en el soundtrack de un momento así en mi propia existencia: Que sería de nosotros sin las utopías.
Aquí la tienen, la número 22 en el Top 25 personal en Español, de Fito Páez: Un Vestido y un Amor...




La mejor línea...

Todo lo que diga está de más
las luces siempre encienden en el alma,
y cuando me pierdo en la ciudad
vos ya sabes comprender,
es solo un rato no más,
tendría que llorar o salir a matar
te vi, te vi, te vi..
yo no buscaba a nadie y te vi...

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......

2 comentarios:

MissPennyL dijo...

AMO esa canción.. Te recomiendo bajar su concierto en vivo: Baires o Madrid.. tiene unos duetos fantásticos y de principio a fin es una maravilla.

Saludos, buena semana..

Kix dijo...

Perfecto, mi buen Dave. No se me había antojado ver dicha movie, pero creo que ahora lo haré.

Un abrazo.