Hace exactamente 10 años ese fue el primer post de este blog. 1231 entradas después, este insensato e intrascendente rincón de la red alcanzará mañana su primera década de vida.
Debo decir, con cierto orgullo, que "Reflexiones de un Hijo del Pop" es uno de los blogs mexicanos en activo de mayor antigüedad. Surgió justo antes de lo que se conoció como el "boom" de la blogósfera y ha logrado mantenerse - con algunos altibajos - a pesar de los cambios que han traído consigo nuevas formas de comunicación cibernética como lo son las llamadas redes sociales. No se trata de un sitio influyente, pero si creo que es un blog que ha logrado mover a la reflexión y al debate sobre ciertos temas entre las personas que le visitaron y entre los que aún lo siguen haciendo.
Su nacimiento fue producto de la experimentación, de un accidente, pero con el paso del tiempo se ha convertido en mi forma de comunicación y expresión más personal. Todo lo que aquí se ha escrito es producto de mis aficiones, de mis preocupaciones, de mis ocupaciones. Supongo que si alguna vez alguien se anima a realizar un perfil biográfico de un servidor, tendría que sumergirse por las letras del blog. Se va a encontrar con una buena parte de mi quehacer profesional reflejado en él, pero también con reflexiones que son producto de vivencias cotidianas, algunas de ellas muy personales.
Es curioso lo que pasa cuando uno escribe para ser leído. He escrito posts que considero magníficos y que al momento de ser publicados no tienen más que unas cuantas visitas. Por el contrario, entradas que a mi juicio no son nada buenas llegan a generar gran tráfico de lectores. Por ejemplo: en estos 10 años mi post más exitoso en ese sentido ha sido la reseña de "The Avengers"que hasta el momento lleva 34, 277 lecturas. No me parece la mejor reseña cinematográfica que he escrito, pero a la gente pareció encantarle. ¿Por qué?, lo ignoro. Supongo que uno nunca es consciente de la reacción que puede generar un texto propio. Pero sin duda esa es la maravilla de escribir para un público: que cada quien se apropia de lo escrito de acuerdo a sus propias aficiones, filias o fobias.
Uno de los mejores momentos que ha tenido el blog fue durante las reñidas elecciones de 2006. Aquellos días la blogósfera ardió y mostró el camino que posteriormente tendría internet en los procesos políticos. Por supuesto que no soy ni nunca he pretendido ser un analista político. Todos los posts en esa época fueron escritos desde la perspectiva de un ciudadano preocupado por el futuro de su país. Quizá por eso algunas entradas como la escrita el 3 de julio de 2006, también tuvo en su momento un buen número de lectores. Aquellos fueron días aciagos que decidieron en gran medida el rumbo que ahora tiene México. En ese sentido, estoy orgulloso de haber puesto un pequeño cúmulo de letras a esa gran historia que - gracias precisamente a sitios como éste - pudo ser contada desde una gran variedad de puntos de vista.
Así como no soy un analista político, tampoco soy un crítico de cine o televisión. No soy un experto en deportes - otro de los temas recurrentes del blog - pero si un gran aficionado a muchos de ellos. Y por supuesto sería una auténtica osadía, una enorme y estúpida pretensión, decir que soy escritor. Pero eso sí: soy alguien a quien le encanta escribir. Evidentemente soy el menos indicado para juzgar si soy bueno o malo en ello, pero escribir sobre lo que me gusta o me preocupa me produce un placer enorme. Y si el blog se ha mantenido es precisamente por que al final el sitio ha resultado en un homenaje al placer lúdico que produce la escritura. Tal vez esa sea la razón por la que se mantenga en línea por mucho tiempo más.
Algunas personas me han conminado en más de una ocasión a cerrar el blog. Yo mismo he pensado en algún momento terminar con el, pero la realidad es que no puedo evitar regresar a sus cibernéticas páginas cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo. Lo seguiré haciendo por el simple y llano de gusto de mantener una línea de comunicación con todos aquellos que se toman unos minutos para leer una entrada, con todos los que accidentalmente terminan aterrizando en uno de los posts e incluso esos navegantes que un día llegaron y decidieron que el sitio simplemente era una pérdida de tiempo y se fueron a lugares seguramente más interesantes.
El blog cumple 10 años. Lo hace en la víspera de cambios importantes, de decisiones que se vienen encima. Así es lo cotidiano: está lleno de momentos que nos parecen sublimes, trascendentes, difíciles y de otros llenos de abrumadora sencillez, de un placer absoluto, de una felicidad que parece infinita. El blog seguirá dando cuenta de todos ellos y los seguirá compartiendo con ustedes. Ha sido una década fantástica, llena de amor, de desamor, de decepciones, de éxitos y de fracasos, de mucha y estupenda música, de conciertos, de películas grandiosas, de libros maravillosos, de viajes y de personas increíbles. En resumen: ha sido una década llena de vida. Y estoy muy agradecido con ustedes mis queridos y admirados "Seven Readers" que me han dado la oportunidad de compartirla. Espero me den la oportunidad de seguirlo haciendo, al menos, por un decenio más.
Una chica que se asume a si misma como "locutora" publica un video en el que, mostrando un enorme complejo de inferioridad y una inaudita ignorancia, pide a todos los "foráneos" que tomen su avión o su ADO y salgan de las fronteras yucatecas pues, de acuerdo a la lógica de la pobre chamaca, solamente han venido a atentar contra lo yucateco, contra lo "nuestro". El vídeo ha sido ampliamente "viralizado" y comentado en las redes sociales por lo que #LadyPanucho goza de los cinco minutos de popularidad que suelen acompañar a este tipo de contenidos que, afortunadamente, en su mayoría son completamente efímeros.
Más allá del ridículo y lamentable tono usado por quien se dice profesional del micrófono (vuelvo a sentir una pena enorme por lo que le están haciendo a la radio yucateca) de lo indefendible de sus argumentos xenófobos y clasistas, de su llamado a tomar acciones y a la posibilidad de crear un movimiento en contra de los "foráneos" (min 4:02 del tristemente célebre video). Es interesante pensar en aquello que ella y muchos otros llaman a defender a capa y espada y que denominan como "lo nuestro", es decir esa agrupación de costumbres, cosas, actos, maneras de pensar, lugares y actitudes que nos identifican a los individuos y a los diferentes grupos sociales, y que forman parte de lo que los académicos conocen como cultura.
Meterse a definir lo que es la cultura es un problema bastante añejo y complejo el cual prefiero dejarle a mis amigos antropólogos. Sin embargo hay algo que dentro de esa maraña de complejidades que representan a la cultura que es parte intrínseca de la misma: la cultura no es estática, no es inmutable. Siempre se encuentra en constante evolución gracias a una actividad que históricamente ha representado una forma de contacto con el otro: el viaje. Viaje que en un principio se dio por medios naturales y que en nuestros días se da a partir no solamente del desplazamiento de seres humanos de un lugar a otro sino también como consecuencia de la tecnología que hemos desarrollado para comunicarnos y acortar distancias. Nuestra cultura hoy es producto de influencias globales, mientras que también desde lo local generamos un impacto importante en otras latitudes. Quien quiera negar lo anterior me parece que vive en una burbuja mental y/o emocional que no le permite ver más allá de sus propios y limitados horizontes.
Definir entonces a "lo nuestro" resulta muy complejo, porque el constante intercambio cultural genera sobre todo diversidad, que me parece poco a poco se va convirtiendo en el principal representativo de los grupos sociales que viven en contextos citadinos, en grupos que se encuentran en constante movimiento, en constante evolución. Hoy tan nuestros son unos salbutes como unos tacos al pastor, hoy tan nuestro es el rock and roll como lo es la trova. En realidad me parece que son los bienes culturales los que han roto con las fronteras políticas que aún existen y hoy nuestras sociedades son más ricas e interesantes gracias a esa constante apropiación que hacemos del otro.
Lo mismo va para con otras cuestiones. Estoy seguro que hace medio siglo en Yucatán una pareja que vivía en unión libre era "satanizada" y excluida como parte de la sociedad solamente porque había decidido compartir su vida sin un acta matrimonial de por medio. Hoy las uniones libres son tan comunes que incluso han sido reconocidas en términos jurídicos para garantizar que quienes están en tal situación tengan también derechos y obligaciones como las tiene una pareja que decide firmar un papel para legalizar su convivencia.
Con ello no quiero decir que ese intercambio sea siempre positivo. Hemos exportado e importado actitudes de las cuales no necesariamente debemos sentirnos orgullosos. Alguna vez escuché en el DF a un yucateco decirle a un chilango que cuando viniese a Mérida ni se le ocurra ir por el sur de la ciudad, pues ese era un territorio de "indios" (ah como nos gusta en Yucatán usar ese término de manera despectiva), de gente que no era de "bien". El tipo predisponía al futuro visitante a mantener una actitud racista y clasista (es muy paradójico que el yucateco siempre mire la paja en el ojo ajeno, cuando le encanta discriminar, sobre todo a otros yucatecos). Lamentablemente esta forma de pensar y de comportarse no es exclusiva de la gente de Yucatán, sino que la discriminación es un mal existente en todo el país, por lo que es innegable que también alguien de cualquier otra región de la República pueda traerla consigo a estas regiones. Pese a lo anterior, me parece que existen más cosas positivas que negativas en ese movimiento que la cultura trae consigo. Ese intercambio, ese rompimiento de fronteras culturales, poco a poco comienza a generar una sociedad más incluyente, más susceptible a adoptar pensamientos, costumbres y actitudes que nos enriquecen, que nos hacen ser mejores seres humanos y que amplían nuestro pensamiento, gustos y afinidades.
En estos globalizados días aún existen integrantes de sociedades que se mantienen con miedo a lo que el contacto con el otro y el cambio puedan traer consigo. #LadyPanucho es un buen ejemplo de alguien que enfrenta tal contacto con ese temor producido de manera innegable por un absurdo y enfermizo complejo de inferioridad. Afortunadamente existen muchas opiniones que condenan su actitud y la de quienes piensan como ella. Eso nos trae la seguridad que quizá en un futuro no muy lejano esos chauvinistas resistentes al cambio terminen por desaparecer.
En unas horas más comenzará el Campeonato Mundial de Fútbol
en Brasil. Para quienes gozamos de mirar al balompié se trata de un evento
especial, con características únicas y que atrae poderosamente nuestra
atención. Esperamos cuatro años para tener nuevamente la oportunidad de ver la
que – después de los Juegos Olímpicos – es la máxima competición deportiva a
nivel global.Hay algo especial que
rodea a la Copa del Mundo pues prácticamente durante todo el mes que dura el
torneo en todos los países participantes la atmósfera se siente y se respira
diferente. Por supuesto pueden echarle de ello la culpa a la mercadotecnia que
rodea a la competición, pero más allá de ella es innegable que existe un
sentimiento genuino en el aficionado al fútbol durante los días del mundial, el
sentimiento generado por el hecho de estar frente a un evento irrepetible y por
lo tanto emocionante.
En México el Mundial de Fútbol se vive de manera muy intensa.
Y esa intensidad está quizá más presente que nunca. Alrededor del evento
parecen haberse formado dos bandos: los que se aprestan a ver el Mundial
poniendo toda su atención en lo que pase en el mismo,y los que lo odian sobre todo porque lo ven
como un evento enajenador de masas, particularmente porque en esta ocasión
elcampeonato se jugará en días muy
importantes para el país: los días en los que en el Congreso se discutirán
reformas trascendentes para el futuro de la nación como lo son la energética y
la de telecomunicaciones. En otras palabras: también somos
aficionados a los radicalismos y las posturas en torno al mundial han caído en
los terrenos de tal afición, pues mientras unos piden que les dejen ver en paz
un evento por el que esperan durante cuatro años, otros hacen llamados a apagar
la televisión y así no ser víctima de los intereses que buscan a toda costa
apoderarse de las riquezas nacionales.
Por supuesto que el deporte puede tener un uso político. La
historia está llena de momentos en los que los gobernantes han utilizado a las
justas deportivas para vender su imagen o bien para generar distractores que
eviten que el pueblo tome conciencia de actos de gobierno que son de suma
importancia. Sin embargo también es cierto que vivimos en una era en la que la
información sobre los acciones de políticos y gobernantes, así como las
decisiones que toman, están al alcance prácticamente de quien quiera informarse
respecto a las mismas. Por lo tanto me parece que las posturas que en México
han surgido en torno al Campeonato Mundial de Fútbol son exageradas y que lo
importante, como en muchas cosas en la vida, es encontrar un punto medio.
No hay nada
malo en dejarse llevar momentáneamente por la afición al Fútbol.Como ya dije anteriormente un Mundial sucede
una vez cada cuatro años, y para muchos representa una oportunidad única de disfrutar
de su deporte favorito. Sin embargo tampoco podemos permitir que esta afición
nos haga ir por la vida con los ojos solamente fijos en lo que se muestra desde
Brasil en las pantallas de televisión. Tenemos la obligación de estar al tanto
de lo que sucede en el Congreso porque ahí es en donde se decidirá el futuro de
esta nación no en las canchas de Natal o Fortaleza. Y así como castigamos a un
jugador dándole la espalda o retirándole nuestro apoyo cuando estamos seguros
que le ha hecho daño a nuestro equipo, también tenemos la posibilidad de
castigar con nuestros votos a quienes sintamos que han aprobado leyes que muy
probablemente terminen por beneficiar a los mismos mexicanos de siempre.
Pero tampoco
es válido satanizar como “ignorantes” y “borregos” a quienes viven con
intensidad a la Copa del Mundo. Existe cierto aire de arrogancia intelectual en
quien por encima del hombro dice que el fútbol es “pan y circo para el
pueblo”,en quien se dice “a salvo” de
las garras de la mercadotecnia o la televisión. No todos quienes disfrutan del
fútbol son personas sin conciencia social o política y ejemplos en el mundo
intelectual hay muchos, Juan Villoro y Eduardo Galeano son quizá de los más
notorios. Tal vez en lugar de presumir que se está exento de la fiebre
mundialista y que por ello se está realmente comprometido con el país, se
debería tratar de entender y aprovechar al deporte en un sentido opuesto al que
le han dado tradicionalmente los políticos. Es decir: ser más imaginativos y
generar conciencia social a partir de un evento de gran impacto en la sociedad,
voltearle la plana a la clase política y aprovechar la efervescencia y la
unidad nacional que genera un juego de fútbolcomo la analogía perfecta de lo que podemos lograr si somos capaces de
unirnos en torno a causas que son realmente importantes para México.
El Mundial
está a unashoras de empezar.
Disfrutémoslo, vivámoslo intensamente, pero mantengamos también nuestra
atención en lo que en unas horas también sucederá en la cancha política nacional.
Seamos aficionados y seamos, sobre todo,ciudadanos informados.
Este post está inspirado en esta lista...así que sin más preámbulos aquí van las mías:
1- The Beatles
2- Tulum.
3- El Bernabeu aplaudiéndole a Ronaldinho.
5- Bruce Springsteen
6- La Trilogía del Señor de Los Anillos (la de Tolkien y la de Peter Jackson)
7- Más de Cien Mentiras de Joaquín Sabina.
8- Paul McCartney cantando All Things Must Pass
9- Melanie Laurent.
10- El final de Casablanca.
11- Confieso Que He Vivido de Pablo Neruda.
12- Game of Thrones.
13- La Raspsodia en Azul de George Gershwin
14 - Steven Spielberg.
15 - San Cristóbal de Las Casas.
16- El Barcelona de Pep Guardiola.
17 - El tiro de Michael Jordan contra Craig Ehlo.
19- Noticias de un Secuestro de Gabriel García Márquez.
20- El Mondongo a la Andaluza.
21- I love You...I Know...
23 - La Pizza Hawaiana
24 - Clint Eastwood.
26 - Back to the Future.
27 - Lost.
28- Mónica Bellucci.
29 - El Tema de Cheers. (Where Everybody Knows Your Name)
30 - El Paseo de la Reforma en México DF.
31 - La Guerra del Fin del Mundo de Mario Vargas Llosa.
32 - Candilejas de Charles Chaplin.
33 - Gene Kelly
34 - El final de Cinema Paradiso.
33 - Jugar Baloncesto en la cancha de la Colonia.
35 - Los Cazadores del Arca Perdida.
36 - Sheldon y Penny.
37- El Blog de Barney Stintson
38 - Escribir.
39- La nostalgia.
40 - Las entradas de Kramer
59- Miguel Ríos.
60- La radio.
61- El olor al abrir un disco.
62- La Flor Más Grande del Mundo de José Saramago.
63- Voy a Romper las Ventanas de Love of Lesbian
68- El primer movimiento del Concierto para violín y orquesta en Re Mayor de Tchaikovsky
69- Silvio Rodríguez.
70- La voz de Stevie Nicks.
71- The Jungle Book de Walt Disney.
72- El tercer movimento de la sinfonía Queen de Tolga Kashif
73- Eric Clapton.
74- El momento en el que descubrimos que Diana era Reptiliana
75- Cerrar un libro después de leer la última página.
76- Snoopy.
77- Mafalda.
78- Las inauguraciones de Juegos Olímpicos.
79- Baldosas Amarillas de Vetusta Morla.
96- Todo el chocolate del mundo.
97- Christopher Hitchens.
98- La Vuelta al Mundo en 80 Días de Julio Verne.
99- Damn Sweet Paternina.
100 - Ojos color coca cola...